Hace un año y medio decidí tomar el control de mis emprendimientos, nació uno nuevo y le dio fuerza al que venía construyendo hace años.
Ser psicopedagoga siempre fue mi vocación, mi misión, pero los años de monotonía sumados a un montón de otras variables estaban haciendo que perdiera las ganas.
Necesitaba un cambio, pensé hasta en dejar todo y hacer otra cosa, pero logré gracias a ese nuevo proyecto encontrar la forma de re pensar y crear un lugar de expansión para esto que amo hacer desde el primer día.
La tarea más difícil de todas fue creer y confiar en mí, cerrar las ventanas al ruido externo y acallar el ruido interno, todas esas historias que me contaba a mí misma.
No fue un inicio fácil, en lo personal estaba transitando un momento poco feliz y creo que esto también surge en consecuencia de esa historia concluida como una lucecita en el camino.
Pero como siempre, solo falta un poco de decisión y un deseo fuerte de avanzar, el resto llega. Solo saltar y la red aparece.
Encontré un programa maravilloso de mujeres emprendedoras, que me dejo herramientas y un grupo enorme de mujeres que sostienen, acompañan y transitan crecimientos propios y ajenos con la misma alegría.
Más tarde se me cruzo Anita, la seguí, la escuche, me resonaba tanto su historia, su búsqueda y todo lo que podía hacer, el 16 de marzo de 2024 hablamos por primera vez y ahí inicio un camino intenso, que había que conjugar con la vida que ya venía en combo.
Fue difícil, tan frustrante a veces cuando algo no salía, se trabajó en madrugadas larguísimas de frío suspendiendo otros planes segura de que iba por el camino que buscaba.
Pero lo más lindo de esta historia es que no termina acá, cuanto más soñás, más deseas más planes aparecen así que seguimos pensando, armando y creando con todas las mujeres maravillosas que se cruzaron en mi vida este último año y con las que venimos compartiendo vida desde siempre.
Si me seguís en redes o me conoces, sabes que amo el mensaje de las películas infantiles, acá te dejo una frase de Luca:“Silencio Bruno”, todos tenemos un Bruno que nos maltrata mucho a veces, callálo, cambia tu diálogo interno, cambia la historia que te contás, pelea por lo que es tuyo y queres lograr.
Con amor Pao
